El tamíz auditivo neonatal es una prueba sencilla y rápida, que permite detectar disminución de la audición o sordera en recién nacidos, sin causar dolor o molestia alguna. El tiempo ideal para su realización es al nacimiento y hasta los 3 meses.
La sordera representa uno de los principales problemas de discapacidad en la población infantil,
Una audición normal es necesaria para que un bebé desarrolle su intelecto y lenguaje en forma adecuada. Estadísticas mundiales indican que 3 de cada 1000 recién nacidos padecen de sordera o hipoacusia (disminución de la audición) en grados variables. Salvo que se realice una prueba específica, estas alteraciones en la audición pasan desapercibidas y el diagnóstico se hace en forma tardía, con todas las implicaciones que ello conlleva en el desarrollo intelectual, social y emocional del niño. Por ello es de suma importancia realizar el tamíz auditivo».